Si bien China presume tener la armada más grande del mundo en número de buques, Estados Unidos sigue siendo la suprema potencia naval a nivel mundial. Con sus 11 portaaviones nucleares, Estados Unidos tiene más portaaviones que todas las demás naciones juntas. EE.UU. también lidera en tecnologías avanzadas como railguns, submarinos furtivos, aviación naval y operaciones en red.
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Simplemente comparar el número de barcos presenta una imagen incompleta. El poder naval depende de la tecnología, las capacidades, el entrenamiento, la proyección de poder y las operaciones en red. Aquí es donde el dominio naval estadounidense se mantiene fuerte ante los rivales emergentes.
Fortalezas Tecnológicas
EE.UU. tiene los buques de guerra y los sistemas de armas más avanzados del mundo. Los submarinos balísticos, cargados con misiles nucleares, navegan los mares sin ser detectados. Los portaaviones estadounidenses embarcan avanzados cazas furtivos F-35, aviones AWACS E-2 Hawkeye y aviones de guerra electrónica avanzada para controlar los mares y los cielos. Buques de combate de superficie de la Marina como los destructores Arleigh Burke y los cruceros Ticonderoga blanden misiles de precisión de largo alcance y sistemas de radar Aegis que pueden detectar y rastrear cientos de objetivos simultáneamente.
Proyección de Poder
Mientras que la armada de China opera a nivel regional en Asia, la Armada de los EE.UU. tiene un verdadero alcance y presencia global. Estados Unidos puede desplegar grupos de portaaviones a cualquier parte del mundo, con el apoyo de buques logísticos que permiten esta proyección de la fuerza. Los submarinos de ataque estadounidenses, operando de forma autónoma durante meses, pueden atacar objetivos tierra adentro con misiles de crucero. Los barcos de la Armada de los EE.UU. circunnavegan rutinariamente el globo mostrando poder e influencia.
Capacidades Expedicionarias
Lo que distingue a los EE.UU. es la capacidad de responder rápidamente a las crisis y realizar operaciones expedicionarias lejos de casa. Buques de asalto anfibio como las clases Wasp y America pueden transportar infantes de marina a cualquier parte del mundo y desplegar lanchas de desembarco, helicópteros y aviones de despegue vertical. Buques de suministro como la clase Henry J. Kaiser sostienen a las fuerzas navales para que puedan permanecer estacionadas indefinidamente. Esta capacidad expedicionaria permite a los EE.UU. responder militarmente en cualquier parte de la Tierra en corto plazo.
Operaciones en Red
Las fuerzas militares de los EE.UU. combaten como una fuerza integrada en red, con cada rama de servicio fortaleciendo al conjunto. La Marina comparte una red de datos tácticos común con la Fuerza Aérea, el Ejército, la Infantería de Marina y la Guardia Costera. Esto permite coordinar operaciones en tiempo real entre todas las ramas. Con sus aviones AWACS E-2D, la Armada sirve como los “ojos y oídos” de la flota, detectando amenazas desde el aire y transmitiendo datos a fuerzas amigas a cientos de millas de distancia.
Entrenamiento y Competencia
El dominio técnico debe igualarse con un entrenamiento riguroso y continuo. La Marina de los EE.UU. se entrena para el espectro completo de la guerra, desde la caza de submarinos hasta maniobras de combate aéreo. Ejercicios de ritmo rápido como RIMPAC reúnen a aliados para practicar habilidades de combate de alta gama en escenarios realistas. Este entrenamiento sostiene la disposición ante cualquier adversario potencial.
Si bien la Armada del Ejército Popular de Liberación de China ha crecido sustancialmente, la Marina de los EE.UU. mantiene un claro dominio actualmente. La proyección de poder, la tecnología, las operaciones en red y las capacidades expedicionarias hacen que Estados Unidos confíe en su supremacía naval. Pero se necesitarán inversiones y enfoque continuos para mantenerse por delante de los rivales. Por ahora, la Marina de los EE.UU. se mantiene a la cabeza de las potencias navales del mundo.