Los científicos han descubierto el fósil de 43 millones de años de una especie de ballena con patas previamente desconocida, que ayuda a rastrear la transición de las ballenas de la tierra al mar.
La ballena anfibio recién descubierta fue encontrada en Egipto y pertenece a los Protocetidae, un grupo de ballenas extintas que se encuentra en medio de esa transición, dice el equipo de investigadores.
Su fósil fue desenterrado en rocas del Eoceno medio en el desierto occidental de Egipto, un área que alguna vez estuvo cubierta por mar y que ha proporcionado una serie de descubrimientos que muestran la evolución de las ballenas. Luego se estudió en el Centro de Paleontología de Vertebrados de la Universidad de Mansoυra (MUVP).
La ballena, llamada Phioмicetυs anυbis, tenía una longitud corporal estimada de alrededor de tres metros y una masa corporal de unos 600 kg, y probablemente era un depredador superior. Su esqueleto parcial reveló que era la ballena protocétida más primitiva conocida en África.
“Phioмicetυs anυbis es una nueva especie de ballena clave y un descubrimiento crítico para la paleontología egipcia y africana”, dijo Abdυllah Gohar de MUVP, autor principal del artículo publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.
A pesar de los recientes descubrimientos de fósiles, el panorama general de la evolución temprana de las ballenas en África sigue siendo en gran medida un misterio, dicen los investigadores. Más trabajo en la región tiene el potencial de revelar nuevos detalles sobre la transición evolutiva de ballenas anfibios a ballenas totalmente acuáticas.
La nueva ballena ha planteado preguntas sobre ecosistemas antiguos y ha dirigido la investigación hacia preguntas sobre el origen y la coexistencia de ballenas antiguas en Egipto.
Un grupo de científicos ha descubierto un fósil de una ballena con cuatro patas ahora extinta. Esta reconstrucción visual muestra a Phioмicetυs anυbis depredando un pez sierra.
¿Están las ballenas en peligro de extinción?
Las ballenas están en la cima de la cadena alimentaria y desempeñan un papel importante en la salud general de nuestros océanos. En particular, desempeñan un papel importante en la captura de carbono de la atmósfera.
Cada ballena secuestra una enorme cantidad de CO2 a lo largo de su vida. Debido a que almacenan toneladas de dióxido de carbono en sus cuerpos, son clave para mitigar la crisis climática.
Pero seis de las 13 grandes especies de ballenas están clasificadas como en peligro o vulnerables, según WWF.
Las amenazas incluyen la degradación del hábitat, los contaminantes, el cambio climático y de ecosistemas, las perturbaciones provocadas por las actividades de observación de ballenas, el ruido de las actividades industriales, la caza ilegal de ballenas, la reducción de la abundancia de presas debido a la sobrepesca y los derrames de petróleo.
Es fundamental que sigamos teniendo una población sana y dinámica de estos grandes depredadores, ya que si las ballenas estuvieran amenazadas, sería una mala noticia para todos nosotros.
Abdυllah Gohar, investigador de la Universidad de El Mansoυra, trabaja en la renovación del fósil de 43 millones de años de antigüedad de una especie de ballena de cuatro patas, anfibio previamente desconocida.
En una bandeja se encuentran partes del fósil de 43 millones de años de antigüedad de una ballena anfibia con patas previamente desconocida llamada “Phioмicetυs Anυbis”, que ayuda a rastrear la transición de las ballenas de la tierra al mar, que fue descubierta en la Depresión de Fayυм. en el desierto occidental de Egipto.