En una historia que parece salida del guión de una película, hermanas gemelas idénticas y hermanos gemelos idénticos han creado un árbol genealógico con un giro extraordinario, presentando al mundo a sus descendientes únicos, que son más hermanos que simples primos.
Conoce a los Salyer: Briana y Brittany, ambas de 35 años, están casadas con los gemelos idénticos de 37 años, Josh y Jeremy. Juntos, han traído al mundo a dos hermosos hijos, Jett y Jax, que comparten no sólo una primera inicial sino una conexión genética notable.
La historia da un giro interesante cuando las hermanas afirman que sus hijos son simultáneamente hermanos, primos y gemelos. ¿Como sucedió esto? Bueno, todo se debe al hecho de que las parejas están formadas por gemelos idénticos y, por tanto, sus descendientes comparten una sorprendente similitud genética.
Como explicó Brittany Salyers: “Nacieron de padres gemelos idénticos con menos de nueve meses de diferencia. Gemelos casados con gemelos que tienen bebés al mismo tiempo”. Las implicaciones de esta situación única son que, aunque legalmente se los considera primos, sus hijos se parecen más a hermanos genéticos.
“Esperábamos que nuestros embarazos se superpusieran para que esto fuera posible. Creímos que sería muy interesante”, dijo Briana. Esta situación extraordinaria es tan rara que sólo ha habido 300 matrimonios cuaternarios documentados en la historia mundial.
En una publicación de Instagram en la que aparecían sus guapos hijos Jett y Jax, las hermanas escribieron: “Primos, hermanos genéticos y gemelos cuaternarios”. Su increíble vínculo es claramente visible, ya que ambas parejas se casaron el 5 de agosto de 2018 e incluso viven en la misma residencia en Virginia.
Si bien este embarazo compartido puede parecer sorprendente para algunos, las hermanas revelaron que en realidad habían planeado quedar embarazadas simultáneamente. Cuando se les preguntó si programaban sus sesiones para hacer el amor, Briana admitió con humor: “Lo ideal sería que el momento fuera realmente fantástico”.
Y agregó: “Hemos compartido la mayoría de los hitos de nuestra vida, incluidos los cumpleaños, la obtención de nuestras licencias de conducir, las graduaciones y nuestras nupcias dobles. Este sería el próximo gran evento y nos encantaría vivirlo juntos”.
La historia de los Salyer no trata sólo de genética sino también de la fuerza de los lazos familiares y el amor que los une. Su situación única demuestra que los lazos familiares pueden ser tan extraordinarios como la vida misma.