Así perforaban los huesos las lanzas durante las guerras romano-gaélicas
Arqueólogos en Inglaterra acaban de descubrir un trozo de hueso con la punta de una antigua lanza romana todavía incrustada en él. Este artefacto es la única evidencia física que queda de la guerra romano-gaélica que tuvo lugar hace más de 2000 años.
En este feroz conflicto, el ejército romano se enfrentó al pueblo nativo gaélico en lo que hoy es Inglaterra. La punta afilada de la lanza atravesó las costillas de un soldado gaélico. Después de la batalla, el soldado murió con la punta de la lanza aún incrustada en el hueso.
Se trata de un descubrimiento único que muestra la ferocidad de la sangrienta guerra entre el imperio romano y el pueblo gaélico. La lanza incrustada profundamente en el hueso es una prueba concreta del nivel de violencia en esta antigua guerra. Este descubrimiento proporciona una visión vívida de la antigua historia británica.