El Portal Occidental del sitio histórico de Persépolis se llama la Puerta de Todas las Naciones.
Como se desprende del nombre de este portal, que en realidad era un iwán techado, era el lugar de entrada de los reyes, la realeza y los visitantes de los reyes aqueménidas. Persépolis tiene tres portales y se entra por el occidental.
A ambos lados del portal occidental, hay dos toros con rostro humano que miran hacia el oeste. Te enfrentas a estos dos toros con rostro humano colocados sobre dos plataformas de 1,5 metros de altura mientras subes las escaleras. Estas dos figuras, llamadas Lamassu (hombre toro), fueron adoptadas de los asirios con algunos rediseños. Por ejemplo, en el arte asirio, los toros tienen cinco patas, pero estas dos figuras en Persépolis tienen sus cuatro patas naturales y mantienen sus patas traseras en posición de movimiento. Los adornos faciales de estas dos figuras están formados por una barba rizada.
Entre estas dos figuras y en las paredes se establecen cada una, se encuentran tablillas en tres idiomas y tres tipos de escritura cuneiforme. La tablilla que mira hacia el oeste (que mira hacia el campo) está en idioma elamita. La tablilla del medio está escrita en idioma persa antiguo y la tablilla que mira hacia el este (mirando hacia el salón) está en idioma babilónico o acadio. Pero el significado de las tablas es el mismo; todos leen:
“Un gran dios es Ahura Mazda, quien creó esta tierra, quien creó aquel cielo, quien creó al hombre, quien creó la felicidad para el hombre, quien hizo rey a Jerjes, un rey de muchos, un señor de muchos… Yo soy Jerjes, el gran rey, rey de reyes, rey de países con diferentes clases de hombres, rey en esta gran tierra a lo largo y ancho, hijo del rey Darío, un aqueménido, un persa, hijo de un persa, un ario, de estirpe aria”.
Dentro de esta sala y en sus alrededores se estableció una plataforma de piedra para que después de obtener el permiso de Bareaam (permiso para visitar al rey), los invitados se sentaran en ella. Al parecer, el rostro interior de esta sala estaba cubierto de mosaicos en colores verde, azul y naranja con una decoración de palmeras. Hoy en día, del portal que conduce al sur y al Palacio Apadana sólo queda la parte inferior y se puede ver la parte en la que antiguamente estaba colocada la puerta.