La desgarradora historia de Thunder and Cloud sirve como un crudo recordatorio de los desafíos que enfrentan los bebés prematuros y sus familias cuando se trata de acceder a una atención médica adecuada. Nacidos apenas 10 días antes de las pautas de tratamiento del hospital, su oportunidad de vivir una vida plena y saludable fue trágicamente arrebatada, dejando a sus padres, Sonia y Roy, con el corazón destrozado y un profundo dolor.
Thunder y Cloud llegaron a este mundo con una edad gestacional de 21,3 semanas, y este último, Cloud, midió ligeramente por delante con 22,1 semanas. A pesar de las probabilidades en su contra, estos gemelos eran profundamente queridos y amados por todos en su familia, incluida su hermana mayor, Océane.
La negación de la atención sanitaria
Uno de los obstáculos más importantes que enfrentaron Thunder y Cloud fue la denegación de acceso a una atención sanitaria adecuada. Esta denegación de servicios esenciales ensombrece sus vidas y obstaculiza sus perspectivas desde el principio. El acceso a la atención médica es un derecho humano fundamental, pero a Thunder y Cloud se les negó esta necesidad básica, que debería ser brindada a cada individuo, independientemente de sus circunstancias.
Su legado de amor
Aunque el tiempo de Thunder y Cloud en la Tierra fue trágicamente breve, su impacto en la vida de su familia es inconmensurable. Su recuerdo sigue vivo en los corazones de Sonia, Roy y Océane, quienes siguen amándolos y extrañándolos profundamente cada día.
Abogar por el cambio
A raíz de esta devastadora pérdida, Sonia y Roy se han convertido en apasionados defensores del cambio. Su misión es crear conciencia sobre la necesidad de revisar las pautas de viabilidad para los bebés prematuros. Creen firmemente que los hospitales no deberían dejar morir a bebés sanos y están decididos a luchar por un futuro mejor en el que los bebés prematuros tengan todas las oportunidades de prosperar.