Sin embargo, Alison estaba perfectamente formada pero con una peculiaridad que la haría de por vida, no tendría brazos y sus piernas serían más cortas de lo normal. Fue abandonada por sus padres. En su infancia, Alison fue abandonada por sus padres. Tenía cuatro meses cuando su madre accedió a verla por primera y última vez.
No conoce a su padre. Eran trabajadores de una fábrica de automóviles en el condado de Yokshire y se separaron cuando ella era soltera. También tiene una hermana, no discapacitada, tres años mayor que la que apenas conoce. Por lo tanto, Alison pasó toda su infancia en una escuela para discapacitados rodeada de otros niños que se parecían físicamente a ella. “Éramos varios niños sin extremidades, producto de la ola de talidomida. Nos costó recuperar el equilibrio.
No podíamos sentarnos sin caernos y no podíamos levantarnos. Luego nos tomaron y nos colocaron sobre un pedestal de yeso. Éramos niñas de espectáculo”, recuerda Alison con una sonrisa. Sin querer extensiones. Desde que tenía tres meses han intentado implantarle brazos y piernas artificiales. Pero ella misma afirma que era pesado y poco cómodo.
“Con esos aparatos me sentía aún más torpe. Como sabía hablar, pedí que me los quitaran. La gente abusa de su poder sobre los niños. De hecho, estas extensiones no me las pusieron tanto por mi bien como por el de ellos”. Cuando cumplió 12 años comprendió realmente que estaba discapacitada. “Hasta entonces estaba demasiado ocupado siendo un niño”.
Pero en ese momento dejó la infancia por la pubertad y empezó a comprender la diferencia en ella. Fue violentamente expulsada de su niñez para convertirse en mujer; las líneas de su cuerpo comenzaban a diseñarse y quería ser bella y seductora. Sin embargo, supo salir adelante. Quería ser pintora.
No se rindió y, con 19 años, viajó sola a Londres para licenciarse en Bellas Artes y luego convertirse en una reconocida pintora. Comenzó a pintar a los tres años. “Pinto con la boca con pequeños movimientos de la cabeza, como esos perros colocados en el salpicadero del coche”, explica. Su pintura ha ganado reconocimiento y ha recibido la más alta condecoración de Inglaterra, Miembro del Imperio Británico (MBE), por sus servicios al arte. Se la entregó la propia reina.
“No sé cuáles son exactamente esos servicios. Tampoco sé quién me propuso para este título. El voto es anónimo. Quiero creer que sólo se ha juzgado mi obra artística y no mi deformidad”. A lo largo de su vida ha tenido que soportar exclusiones y miradas de rechazo por ser diferente, pero ha sabido ver el lado positivo y salir adelante. Está embarazada y abandonada por su novio.
A los 33 años Alison quedó embarazada pero al igual que sus padres también fue abandonada por su novio pero decidió seguir adelante a pesar de siempre dudar y temer que el niño heredara su defecto. Entonces decidió darle a 𝐛𝐢𝐫𝐭𝐡 un niño hermoso, todo, desde 𝐛𝐢𝐫𝐭𝐡 hasta el cuidado de los niños, fue criado y cuidado por su única mano. Ahora que su hijo ha crecido y puede ayudar a su madre en todo, siempre lleva en su corazón el modelo de su madre como superhéroe.
El artista inglés Marc Quinn hizo una escultura en su honor titulada “Embarazada Alison Lapper”. La estatua estuvo lista para ser presentada en el año 2005, entró a un concurso para poder ocupar el llamado “Cuarto рedestаɩ” de la histórica Trafalgar Square, la estatua de mármol blanco mide 3,6 metros de alto y pesa 11,5 toneladas, ha estado allí desde septiembre de 2005 hasta 2007, cuando fue sustituido por otro mediante otro concurso.