Esto llevó a la investigación de las formaciones rocosas dentro de las minas. En ese momento, los geólogos tomaron muestras de graʋel de los pozos y lo fecharon en el Eoceno (hace 38-55 millones de años).
Los pozos mineros habían sido hundidos en la mesa de Montaña y afectados por gruesas capas de material volcánico. Dependiendo de qué tan profundo alguien cavó, la evidencia de datación sería variable.
Desafortunadamente, durante la investigación inicial en el siglo XIX, Whitney tenía una teoría y solo se salió de esa teoría. Si encontraba algo que no se ajustaba a su teoría, lo dejaba a un lado.
William B. Holmes, antropólogo físico de la Institución SmiThsoniɑn, dijo: “Si el profesor Whιtney hubiera apreciado sinceramente la historia de la evolución humana tal como se entiende hoy, habría dudado en revelarlo”. Las conclusiones formuladas, a pesar de la imponente variedad de testimonios con al que se enfrentó”.
Los geólogos modernos fechan los artefactos y las minas con al menos 250.000 años, lo que todavía llama la atención pero no es tan antiguo como la teoría original. Los arqueólogos no aceptaron la teoría de que los humanos de hace millones de años estaban lo suficientemente avanzados como para pensar en tales herramientas. De hecho, ni siquiera pensaban que los humanos existían hace más de 20.000 años en América.