Cuando Sally, de 93 años, y Brody, el San Bernardo de 1 año, se juntan, es una vista irresistiblemente adorable que conmueve el corazón.
Habiendo vivido junto a Dave Mazarella en Mt. Vernon, Washington, durante 15 años, Sally ha conocido a todos sus perros. Pero es con Brody con quien ha formado un vínculo especial como ningún otro.
Sally felizmente compartió con TODAY que Brody, quien cuenta con una popular cuenta de Instagram, ya la visitó antes del mediodía. Sus encuentros diarios se han convertido en una preciada rutina.
“Ya estuvo aquí esta mañana, vino con Dave”, sonrió Sally. “¡Oh, es un amor! Le ofrecí un mendrugo de pan para desayunar”.
Brody con frecuencia se dirige a la casa de Sally durante todo el día, alegrando la vida de ambos con su presencia.
“Él deambulaba por su casa”, explicó Mazarella. “Entonces ella comenzó a darle bocadillos”.
Y así floreció su amistad. Ahora, caminan juntos a la iglesia, miran las noticias y comparten el diario, su compañía trae alegría a cada momento.
“Desde el momento en que me ve, está muy feliz”, expresó Sally. “Brody realmente me ama, Dave dice que es mi voz”.
Aunque Sally emigró a Washington en 1952, su amor por los animales se remonta a su juventud en la granja de su familia en Holanda. Es una conexión que ha perdurado y prosperado.
Con cuatro hijos, de los cuales solo uno vive cerca, Sally mantiene un contacto regular con todos ellos. Ellos también adoran las conmovedoras imágenes de Brody y Sally, como todos los demás.
Este dúo dinámico tiene una capacidad innegable para traer alegría a los corazones de los demás. Sally cree que su personalidad positiva puede ser la clave para una vida larga y satisfactoria.
“Mi papá siempre dijo que yo era una alegría desde el día que nací”, compartió. “Tuve un par de contratiempos, pero me recuperé”.
El espíritu resistente de Sally y el amor incondicional que recibe de Brody sirven como un recordatorio de las alegrías y conexiones simples que pueden enriquecer nuestras vidas, independientemente de la edad.