Los padres de Marwanjun, Madamin y Salam, se embarcaron en un viaje en busca de tratamiento para su amado hijo. Lo llevaron al Hospital Militar 474 de Urumqi, capital de Xinjiang, en busca de una solución. A pesar de su ceguera congénita, cuando un médico iluminó con una linterna la piel sobre la cuenca del ojo, Marwanjun respondió positivamente, generando esperanzas de una posible transformación.
Desde su nacimiento, los globos oculares de Marwanjun han estado ocultos por la piel, lo que presenta desafíos únicos para cualquier intervención quirúrgica. Incluso después de la cirugía, su capacidad para percibir la luz siguió comprometida, dada la alta probabilidad de complicaciones.
El consejo médico actual para la familia de Marwanjun es esperar pacientemente hasta que el joven cumpla 16 años para someterse a un trasplante de ojo artificial. Se sabe que el fenómeno de que los niños nazcan sin ojos puede ocurrir por diversas razones, principalmente por mutaciones genéticas.
La complejidad del caso de Marwanjun hace probable que tenga que esperar hasta los 16 años para recibir un trasplante de ojo artificial. Si bien el camino por delante puede ser desafiante, la resiliencia de este pequeño niño y el apoyo inquebrantable de su familia ofrecen un rayo de esperanza. La historia de Marwanjun nos recuerda el poder del amor, la fuerza del espíritu humano y el increíble potencial de transformación, incluso frente a dificultades desalentadoras. Esperamos con ansias el día en que Marwanjun finalmente pueda cumplir su deseo y ver el mundo, incluido el rostro amoroso de su madre.