Hogar de muchas condiciones climáticas extremas, el Parque Nacional Death Valley es elegido por los científicos como lugar para estudiar extraterrestres.
Situado cerca de la frontera entre los estados estadounidenses de California y Nevada, el Parque Nacional del Valle de la Muerte es el lugar más caluroso de la Tierra, con temperaturas en verano que alcanzan los 56 grados centígrados incluso a la sombra. Este es también el lugar más seco de América del Norte, con una precipitación media de menos de 50 mm.
Sin embargo, las duras condiciones y el paisaje árido del lugar hacen de este parque un lugar ideal para estudiar a los extraterrestres.
El Servicio de Parques Nacionales de EE. UU. (NPS) dijo que hace unos 3 mil millones de años, Marte tenía el mismo estatus que hoy el Parque Nacional del Valle de la Muerte. Como resultado, los investigadores del Planeta Rojo han utilizado el parque como campo de pruebas para equipos, equipos e hipótesis relacionadas con las misiones de la misión a Marte.
Normalmente, en mayo de 2019, la NASA probó un modelo técnico del Lander Vision System (LVS) para probar el rendimiento de este sistema. Posteriormente, el sistema guió a un rover llamado Perseverance a un aterrizaje seguro en Marte. La NASA dijo que el LVS es una parte integral de la guía que ayuda a alejar al Perseverance de áreas peligrosas en Marte.
Además de probar los equipos en el Valle de la Muerte, los científicos también estudiaron el terreno del parque para comprender mejor el terreno de Marte. Por ello, este parque tiene una vegetación relativamente modesta, por lo que acceder para estudiar su terreno no resulta complicado.
El Parque Nacional del Valle de la Muerte tiene un terreno de abanico aluvial que se forma cuando el agua fluye desde un barranco y esparce sedimentos en forma triangular o de abanico y fluye hacia abajo por una colina empinada.
Los científicos de la NASA compararon esta erosión y movimiento de sedimentos con las formaciones de abanicos aluviales en el cráter Gale en Marte.
Esta investigación también se amplió al cráter Ubehebe y a otro cráter de unos 183 m de profundidad llamado Mars Hill, donde hay huellas de rocas basálticas sobrantes de volcanes pasados. Ambas son características geológicas similares a las del Planeta Rojo, donde ha existido actividad volcánica.