Una revelación significativa provino de un equipo de científicos internacionales que propusieron que los antiguos egipcios utilizaban agua para facilitar el movimiento de enormes bloques de piedra. Como se representa en el arte de las tumbas antiguas, se mostraba a trabajadores vertiendo agua desde los trineos que transportaban las piedras. Esto no era simplemente un acto ceremonial sino un método práctico para reducir la fricción. Al mojar la arena, las piedras se pegaban entre sí, lo que reducía significativamente el esfuerzo necesario para arrastrar los trineos por el desierto.
Otra teoría sugiere que los egipcios construyeron rampas interiores dentro de las estructuras de la pirámide. Estas rampas habrían permitido a los trabajadores transportar los pesados escalones a niveles superiores a medida que la pirámide crecía. Aunque no hay evidencia directa de tales rampas en el exterior de la pirámide, algunos arqueólogos creen que las bolsas de aire dentro de las paredes indican su presencia.
El egiptólogo Mark Lehпer postuló que el río Nilo desempeñó un papel crucial en el transporte de las escaleras. Su investigación cubrió un puerto cercano a las pirámides, lo que sugiere que los egipcios utilizaron una red de calzadas para acercar las escaleras al sitio de la construcción. Esta teoría está respaldada por el descubrimiento de un diario en papiro perteneciente a un foremap llamado Merer, que detalla la logística del traslado de bloques de piedra caliza desde Tura a Giza utilizando vías fluviales.