Cuando escuchamos historias como la de Kasen, recordamos que la realidad, sin duda, es diferente para todos y que los milagros existen aunque a veces nos cueste verlos.
Kasen de Syracuse tiene solo un año y a su corta edad ha demostrado que es todo un guerrero, nació con problemas en el hígado a consecuencia de una extraña enfermedad.
Desde que nació ha pasado gran parte de su vida en el hospital.
Después de realizar varias pruebas, se le diagnosticó atresia biliar, una condición que bloquea los conductos biliares en y alrededor del hígado.
Fue necesario realizar un trasplante de hígado para poder salir de bebé.
Debido a su delicado estado de salud, Kasen fue operado de emergencia. Si lograba sobrevivir a la operación, era necesario realizar un trasplante de hígado para asegurarle un futuro cercano al pequeño Kasen, de lo contrario no iría por mucho tiempo.
Mitayah Donerlson, la madre del niño, solo pudo esperar pacientemente después de incluir su hijo en la lista de espera.
La madre confía en que aparecerá un donante.
La angustiada madre sabía que encontrar un donante no sería fácil, pero nunca perdió la fe. Ese sentimiento tan bonito que nos sostiene en los momentos más difíciles.
Aunado a esto, Mitayah sintió que su mundo se había puesto patas arriba cuando se enteró que varios familiares habían dado positivo por COVID-19, lamentablemente Kasen también se infectó.
Kasen fue llamado “El bebé milagroso”
.
Los síntomas del niño empeoraron cada ʋez más, durante tres días estuvo internado en el hospital, por suerte contó con el apoyo del mejor equipo de médicos que lograron combatir el ʋirus.
Poco a poco todo fue mejorando, luego de dos semanas de su recuperación del COVID-19 la madre recibió la mejor noticia de su vida: habían encontrado un donante para Kasen.
“Todo lo que podía hacer era llorar. Eran lágrimas de madre y lágrimas de alegría.
Ella estaba tan feliz Siempre supe que iba a recibir un trasplante, esa era mi fe, pero finalmente recibir esa llamada y ese mensaje de que la cirugía estaba programada y que el alivio de la carga en mis hombros se había ido, me sentí muy bien”, dijo. Mitaya.
Después de la cirugía, el pequeño Kasen evolucionó satisfactoriamente, la expresión de su rostro había cambiado por completo, sus ojos amarillos eran cosa del pasado, incluso su actitud comenzó a cambiar, ya tenía la energía característica de un niño de su edad.
Kasen apenas ha salido del hospital desde que nació, recientemente celebró su primer cumpleaños en la unidad de cuidados intensivos, siendo un paciente tan especial pudo celebrar con su madre y todo el personal que ha seguido de cerca todo su proceso este año de ʋun viaje lleno de desafíos y ʋvictorias.
Entre globos y sonrisas, Kasen celebró su primer cumpleaños.
El camino para Kasen no ha sido fácil, debido a las medidas de seguridad aún permanecerá en el hospital, más aún sabiendo todo el riesgo que corre al contagiarse de nuevo el virus afuera.
Este hermoso angelito tiene un gran futuro por delante, ahora sonríe tiernamente mientras su madre espera verlo crecer sano y fuerte. Sigamos compartiendo historias que nos motiven a seguir adelante. Historias que nos recuerdan que con fe y esperanza podemos lograr lo que creíamos imposible.