Hoy en día, todo lo que queda del opulento pasado de Potosí son los impresionantes edificios coloniales que aún se conservan en el centro de la ciudad. Uno de los más importantes es el enorme edificio fortificado que alberga la Casa de la Moneda, la Casa de Moneda Nacional de Bolivia. Los tesoros que se encuentran en su interior, que ocupan una manzana entera en el corazón de Potosí, son prueba del legado histórico de la ciudad.
Después de visitar las minas de plata de Cerro Rico, me interesó conocer más sobre el pasado de esta ciudad aparentemente olvidada. La Casa de la Moneda, ahora museo, brinda a los visitantes la oportunidad de ver la otra cara del comercio de la plata. Aquí podrás hacerte una idea de lo que pasó con toda la riqueza que salió de la Montaña que Come Hombres .
Visitando la Casa de la Moneda en Potosí
El museo es grande y está bien organizado. Con la entrada podrás realizar una visita guiada; Lo cual es genial si quieres hacer alguna pregunta. El recorrido comienza con una visita a la colección de pinturas coloniales barrocas del museo. Hay varias obras de Melchor Pérez Holguín, pintor boliviano que fue uno de los maestros de este estilo. Sin embargo, la pintura más impresionante es una representación anónima de la Virgen María que está llena de simbolismo quechua. La pintura mezcla elementos de la fe católica con las creencias indígenas sobre la naturaleza y el Cerro Rico.
La visita continúa hacia una enorme sala donde se puede ver el equipo real utilizado para procesar la plata. Esta es la parte más impresionante del museo. La máquina de madera que se utiliza para laminar la plata antes de convertirla en monedas es bastante grande y ocupa casi toda la sala en dos niveles. También está muy bien conservado, al igual que la mayoría de las cosas del museo. Resulta que la altitud y el aire frío y seco de Potosí hacen maravillas para la conservación.
Luego hay una extensa colección de muestras de monedas acuñadas en Potosí, seguida de una exhibición de algunos de los elegantes artefactos hechos con plata y piedras preciosas. Durante más de dos siglos, el imperio español llenó sus arcas con la plata proveniente de Potosí. Al mismo tiempo, miles de esclavos y animales murieron en las minas y por las penurias relacionadas con esta existencia infernal.
Antes de finalizar el recorrido, aún quedan un par de sorpresas: una pequeña exposición de cosas curiosas y espeluznantes, como calaveras y niños momificados; y una bonita colección de todo tipo de minerales encontrados en Bolivia. La visita finaliza en una sala donde se pueden ver algunas de las máquinas industriales más modernas que se utilizaban en Mint House justo antes de que cerrara definitivamente.
La historia de las minas de plata de Potosí tiene dos caras muy diferentes, al igual que las monedas que se producían en la ciudad. Por un lado, está la increíble riqueza de la que se apropió el imperio español. Por otro lado, están las historias de explotación brutal que lo hicieron posible. Si terminas en Potosí, asegúrate de conocer ambos lados para tener una idea más clara de toda la historia.